Aplicació de l'Anàlisi de Cicle de Vida per a l'eco-innovació en la producció vitivinícola

Entrevista Elvira Carlés

Entrevista: Elvira Carlés, Directora de la Fundación Empresa & Clima

"Hay que tomar medidas drásticas, los cambios (climáticos) se están dando a muy corto plazo"


La Directora de esta importante entidad explicó cómo se formó la Fundación, la situación actual de la misma, y también detalló las consecuencias presentes y futuras del cambio climático


-¿Qué motivó el nacimiento de la Fundación?

En 2004 se empezó a hablar del Protocolo de Kyoto, pero hasta que en 2005 no lo ratificó Rusia, no vimos con seguridad que prosperaría. Yo leí la documentación y vi muy claro que si se ponía en marcha el protocolo de Kyoto todas las empresas tendrían que cumplirlo. Entonces diseñé la arquitectura de lo que es actualmente la Fundación. En septiembre de 2004 enseñé la propuesta a la Cámara de Comercio de Barcelona, que no entendió el proyecto y lo dejó en un cajón por tres años y medio. Cuando en diciembre de 2007, días antes de que empezara el protocolo de Kyoto, la Cámara sintió la necesidad de atender las peticiones sobre todo del sector cementero o de sus empresarios en general, se recuperó ese documento. Me llamaron, lo actualizamos y en menos de 20 días fue una realidad lo que es actualmente la Fundación Empresa i Clima. El 11 de julio del 2008 salió la publicación en el BOE adscrita al Ministerio de Medio Ambiente para que fuéramos los representantes de todos los sectores empresariales españoles en temas climáticos. La Fundación en estos seis años no ha parado de crecer a través de financiación de fondos internacionales desde el Banco Mundial, el BID o la Unión Europea para desarrollar proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático en cualquier parte del mundo.
Actualmente el 70% de la Fundación viene de fondos de proyectos, el 20% de empresas (tenemos a día de hoy más de 40 empresas importantes dentro de la Fundación) y el 10% restante de encargos de solicitudes de proyectos de estudios que nos hacen. En septiembre de 2010 Naciones Unidas nos dio la categoría de ‘observer’ que significa que somos los representantes de los sectores empresariales españoles en las negociaciones del clima. Esto es algo muy importante que Naciones Unidas nos renueva cada año. Y a principios de 2012, la Fundación Iberoamericana de Universidades (FUNIBER) se incorporó al patronato y empezó a trabajar muy seriamente con nosotros, esto significa que en toda la red de FUNIBER, que son más de 30 países principalmente de latinoamérica y algunos países africanos, somos la entidad que da contestación o que prepara documentación, cursos de formación en temas de cambio climático para todos los alumnos de FUNIBER que son más de 18.000. Y por último, el pasado 2 de mayo la Asociación de Cámaras de Comercio del Mediterráneo (ASCAME), con más de 200 cámaras en su estructura o red y en los 23 países que hay en el Mediterráneo nos ha incorporado como socio emblemático en su red para llevar a cabo todos los proyectos de cambio climático que se desarrollan en el Mediterráneo con cualquier sector: turístico, agroalimentario, etc.

-¿El motivo de su visita a Menorca?

Baleares y Mediterráneo es la segunda zona del mundo más afectada, a un futuro muy cercano, por los efectos del cambio climático. Empezaremos a trabajar con el sector hotelero, vitivinícola o incluso el sector calzado. La presidencia de la Cámara de Comercio de Menorca está muy sensibilizada en estos temas y confía en la Fundación Empresa & Clima para recibir información y soluciones a los problemas que puedan venir.

-En el trabajo junto a FUNIBER, ¿qué respuesta dan los universitarios ante estos temas?

Esos miles de alumnos que tiene FUNIBER son ya licenciados. Mayoritariamente están trabajando y es muy interesante que por parte de sus empresas o de ellos mismos continúen formándose en temas de cambio climático.

-De esas más de 40 empresas que trabajan con la Fundación, ¿hay un sector con más presencia que otros?

No. Intentamos tener representación de todos los sectores empresariales. Ahora hay de agua, de residuos, de ingeniería, pero en el momento que tengamos, por ejemplo, una cadena hotelera, vamos a intentar que sea la única y trabajar siempre con ella. Si tenemos bodegas las tendremos de diferentes zonas para luego poder hacer trabajos conjuntos y que no sean competencia una de otra. Si trabajamos con una certificadora o con un auditor intentamos que no estén muy cerca una de la otra, pero todo es por respeto a los primeros que llegaron, no porque sea un hándicap para los siguientes que entran.

-Desde el sector empresarial en general, ¿están interesados o aún hay que insistir mucho?

En seis años el interés ha crecido exponencialmente. Es curioso porque cualquier sector empresarial se está dando cuenta de que le está afectando el cambio climático, que tiene que tomar medidas, que tiene que ser coherente con lo que dice y hace. La gente está muy sensibilizada y lo que es curioso es que las nuevas generaciones, universitarios, escolares, alumnos de primaria y de secundaria lo tienen en su ADN, casi no hace falta explicarles nada.

-Del último informe sobre cambio climático que presentó la Fundación ¿qué datos podría destacar?

El aumento de la temperatura es algo que ya no podemos parar, las últimas tres décadas han sido extraordinariamente cálidas. Desgraciadamente, en los sitios donde llueve va a llover más, y donde llueve poco va a llover todavía menos. Hay que empezar a tomar medidas muy drásticas y yo empiezo a ver una conciencia política que hace muy poquitos años no existía. Ahora no estamos hablando de largos plazos sino que los cambios se están dando a muy corto plazo y en cualquier legislación del color político que sea se están viendo las consecuencias de tomar medidas o no tomarlas.

-¿Por qué el cambio climático es cada vez más rápido?

Estamos pagando los efectos de lo que empezamos a emitir hace 50 o 60 años. Cada vez será más, porque cada vez emitimos más. Estamos respirando una atmósfera que nunca en la historia de la humanidad se había respirado. Una atmósfera con más de 400 PPN de CO2 y nuestros cuerpos, aunque no seamos conscientes, se están adaptando a esta nueva situación.

-¿Qué puede hacer el sector ciudadano en su vida cotidiana para mejorar la situación?

Muchísimas cosas. El ahorro energético, la eficiencia energética en cada una de nuestras casas es básico. El precio de la energía no parará de subir y se multiplicará, es muy importante aquello de “apaga la luz”, “apaga el televisor”, “apaga, apaga, apaga”. Cada vez tendremos menos agua, el ahorro de agua y su reutilización es muy importante también.

-¿Hay un sector del mundo que sea más culpable que otro?, ¿o es culpa de todos?

Es muy triste que muchas zonas del mundo, como Africa, estén pagando lo que nosotros hemos emitido en los últimos 100 años. Es injusto cuando hay países que dicen “yo quiero talar mis bosques para tener un desarrollo industrial igual que lo hicieron ustedes, europeos, hace cien años”. Les tenemos que transferir tecnología para que no pierdan el tiempo en cosas que nosotros ya sabemos que no funcionan. Hay zonas del mundo que están pagando el mal que nosotros hemos hecho, por eso nos están exigiendo que ahora les paguemos y cubramos los gastos de esas consecuencias.

-¿Los ciudadanos debemos presionar a los políticos para exigir medidas más rápidas?

En Europa se están haciendo muy bien los deberes. En muchos países del mundo no. Tendría que haber más presión ciudadana pero la solución empieza en la escuela primaria, en la concienciación, en la educación y sobre todo en la formación en estos temas. Debemos incorporarlo a nuestros hijos, futuros dirigentes políticos.

-¿Qué opinión tiene sobre Projecte VINECO?

Cuando la empresa Cyclus Vitae Solutions tuvo la idea de hacer este proyecto, yo sugerí que la Fundación Empresa i Clima siempre se había sentido muy bien acogida y atendida por el sector empresarial menorquín. Sugerí que hablaran con la Cámara de Comercio de Menorca que seguro obtendrían una respuesta positiva y así fue. Gracias a este proyecto, cuyos resultados finales se verán en octubre, hay un par de bodegas de Menorca que van a poder calcular, conocer y desarrollar su Huella de Carbono en todo el proceso de producción del vino.

-¿Qué mensaje final le gustaría transmitir?

Al sector empresarial menorquín, que nos tengan cada vez más en cuenta y en consideración. A la población menorquina en general, que sean muy conscientes de que viven en una de las partes del mundo más privilegiadas, pero que las condiciones climáticas poco a poco irán cambiando y que nadie puede obviarlas. Todos tienen que empezar a tomar medidas de adaptación para mitigar estos efectos con un buen ahorro energético y reutilización de las aguas, subir más escaleras y menos ascensores, usar más bicicleta y no tantos coches…Esta isla es un privilegio, que lo aprovechen porque realmente vale la pena.